martes, 13 de abril de 2010

URGENTE!! ESCASES MUNDIAL DEL AGUA





En 2050 la escasez de agua afectará a 7.000 millones de personas
Naciones Unidas advierte de la gran crisis del siglo XXI, agravada por el cambio climático
Siete mil millones de personas padecerán escasez de agua en 2050 debido a los efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos, según el último informe de Naciones Unidas publicado en vísperas del Foro Mundial del Agua (16 y el 23 de marzo) y del Día Mundial del Agua, que se desarrolla el próximo día 22. El origen de la crisis no hay que rastrearlo en la propia naturaleza, sino en la gestión de los recursos hídricos, esencialmente causada por la utilización de métodos inadecuados. Por Sergio Manaut.


Cada día miles de niños pasan gran parte de su tiempo en las aguas contaminadas de los ríos que cruzan los países más pobres del planeta. Muchos de ellos hunden sus pies en el barroso fondo para buscar metales preciosos que luego canjean por unas pocas monedas. Otros, en cambio, se zambullen para acercarse a los cruceros que, cargados de turistas, navegan esos ríos llenos de historia y miseria. Las barandas de los barcos marcan la distinta suerte corrida por unos y otros: mientras a los que están a bordo el final del día les espera con reparadoras pompas de jabón, los niños continuarán en sus pompas de agua, a las que indefectiblemente están condenados. Si a estos pequeños el presente se les presenta sombrío, el futuro asoma todavía más desalentador. La Tierra se enfrenta en este comienzo del siglo veintiuno con una grave crisis del agua. La verdadera tragedia Así lo destaca el informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, titulado Agua para todos, agua para la vida, publicado en vísperas del Foro Mundial del Agua (16 y el 23 de marzo) y del Día Mundial del Agua, que se desarrolla el próximo día 22. La verdadera tragedia de esta crisis es su efecto sobre la vida cotidiana de las poblaciones pobres que sufren el peso de las enfermedades relacionadas con el agua, viviendo en entornos degradados y a menudo peligrosos, luchando por ganarse la vida y por solventar sus necesidades básicas de alimentación. El origen de la crisis no hay que rastrearlo en la propia naturaleza, sino en la gestión de los recursos hídricos, esencialmente causada por la utilización de métodos inadecuados. El informe de Naciones Unidas asegura que se trata de un problema de actitud y de comportamiento, problemas en su mayoría identificables y localizables. Y si bien este dato abre una puerta hacia la esperanza, la inercia de los líderes y la ausencia de una conciencia clara sobre la magnitud del problema por parte de la población mundial, impiden que se lleven a cabo medidas correctivas. Escasez aguda de agua Únicamente el 2,53% del total de agua existente en el planeta es dulce y el resto es salada. Aproximadamente las dos terceras partes del agua dulce se encuentran inmovilizadas en glaciares y al abrigo de nieves perpetuas. Por otra parte, los recursos de agua dulce se ven reducidos por la contaminación. Unos dos millones de toneladas de desechos son arrojados diariamente en aguas receptoras, incluyendo residuos industriales y químicos, vertidos humanos y desechos agrícolas (fertilizantes, pesticidas y residuos de pesticidas). Como siempre, las poblaciones más pobres resultan las más afectadas, con un 50% de la población de los países en desarrollo expuesta a fuentes de agua contaminadas. Asimismo, las estimaciones más recientes sugieren que el cambio climático será responsable del alrededor del 20% del incremento de la escasez global del agua. Datos preocupantes Al respecto se considera que de aquí al año 2050, siete mil millones de seres humanos que vivirán en sesenta países, padecerán graves penurias de agua. El informe clasifica 180 países y territorios según la cantidad y calidad de agua disponible- Kuwait, Gaza, Emiratos Árabes, Bahamas y Qatar son los que acusan mayores necesidades por disponer de las menores reservas de agua potable por individuo. En el otro extremo figuran Finlandia, Canadá, Guyana Francesa, Islandia, Guyana, Surinam y Congo-Kinshasa, países todos ellos con las mayores reservas de agua potable por individuo. Así, entre todos los objetivos que las distintas instancias internacionales han establecido en los últimos años - las Metas de Desarrollo del Milenio para el 2015, adoptadas por la Cumbre de las Naciones Unidas de 2000, por ejemplo -, muchos de ellos han colocado a la problemática del agua en un sitio preferente. En este sentido, la Declaración Ministerial de La Haya de marzo de 2000 aprobó una serie de desafíos como base de la acción futura. Primer desafío El primero de ellos apunta a satisfacer las necesidades humanas básicas, ya que las dolencias relacionadas con el agua son una de las causas más comunes de enfermedad y de muerte entre los pobres en los países en desarrollo. Las estadísticas hablan por sí mismas. En 2000, la tasa de mortalidad estimada sólo por diarreas relacionadas con la falta de sistemas de saneamiento del agua fue de 2.213 millones de personas. La mayoría de los afectados por mortalidad y morbilidad relacionadas con el agua son niños menores de cinco años. Otro dato: actualmente 1.100 millones de personas carecen de instalaciones necesarias para abastecerse de agua y 2.400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento. Las medidas a implantar para revertir esta situación no son complicadas ni onerosas, pero requieren una reorientación política considerable. Segundo desafío El segundo desafío busca proteger los ecosistemas, y el agua constituye una parte esencial de todo ecosistema. Y no hay dudas de que los ecosistemas acuáticos continentales presentan graves problemas. El caudal de alrededor del 60% de los mayores ríos del mundo ha quedado interrumpido por alguna estructura hidráulica. Tercer desafío Las necesidades divergentes del entorno urbano constituyen el tercer tema planteado. Según las estimaciones de los organismos internacionales, el 48% de la población mundial actual vive en pueblos y ciudades. En 2030 la proporción será de cerca del 60%. Las aglomeraciones urbanas concentran desechos, y cuando la gestión de los residuos es precaria o inexistente, las ciudades se transforman en los entornos más peligrosos que existen en el mundo. De ahí que se hace imperiosa la adopción de ciertas medidas para mejorar el suministro de agua, el saneamiento y el control de las inundaciones en las ciudades. Por ejemplo, la existencia de buenos servicios sanitarios es primordial, ya se trate de empresas públicas, semi-privadas o privadas, sujetas a una reglamentación adecuada. Cuarto desafío El cuarto desafío habla de asegurar el suministro de alimentos para una población mundial creciente. Con una agricultura no controlada se logra alimentar a unos 500 millones de personas; por eso, para alimentar a la población mundial actual, de seis mil millones de individuos, es necesario recurrir a la agricultura sistemática. Si bien la mayor parte de la agricultura depende de la lluvia, es clave el uso eficiente del agua de riego, actualmente situado alrededor del 38% en todo el mundo. Este debería mejorar hasta alcanzar un promedio del 42% en 2030, gracias a la tecnología y a una mejor gestión del agua de riego. Quinto desafío El quinto desafío apunta a promover una industria más limpia. La utilización del agua en los procesos de fabricación, a menudo en grandes cantidades, es muy corriente. Luego, se devuelve a los sistemas locales. El agua vertida por las industrias puede ser de muy mala calidad y, a no ser que se trate de forma adecuada, es una amenaza para las aguas superficiales y subterráneas en las que se vierte. La industria puede constituir una amenaza crónica debido al vertido constante de efluentes, o bien una amenaza crítica si, por un fallo accidental, se genera una contaminación intensa en un período corto. La formación en materia de gestión de la demanda, combinada con la transferencia de tecnología, puede beneficiar al medio ambiente y mejorar el rendimiento económico de las empresas. Sexto desafío El sexto desafío consiste en utilizar la energía para cubrir las necesidades del desarrollo. Es que el agua es imprescindible para la producción de energía. Sus dos aplicaciones principales son la producción de electricidad de origen hidráulico y su uso a efectos de enfriamiento en centrales térmicas de energía eléctrica. Con todo, la electricidad contribuye a la reducción de la pobreza en muchas formas. Resulta esencial para la subsistencia de pequeñas empresas y para mejorar los servicios médicos, incluyendo los equipos electrógenos y la refrigeración de vacunas y medicamentos, entre otras funciones. Séptimo desafío La reducción de los riesgos y hacer frente a la incertidumbre es el séptimo desafío. Las razones hay que buscarlas en el número de víctimas de los diversos desastres naturales, ya que aumentó de 147 millones a 211 millones por año entre 1991 y 2000. Las pérdidas económicas derivadas de las catástrofes naturales han aumentado de 30 mil a 70 mil millones de dólares en los Estados Unidos entre 1990 y 1999. Asimismo, alrededor del 97% de las muertes causadas por los desastres naturales han tenido lugar en países en desarrollo. En el caso de las inundaciones, el riesgo potencial está relacionado con su magnitud y frecuencia. Es posible calcular la probabilidad de su aparición y prever las inundaciones en tiempo real. Medidas Por último, el informe de las Naciones Unidas insta a compartir el agua, no sólo entre sus diferentes usos (energía, ciudades, alimentación, etc), sino también entre los diferentes usuarios (regiones administrativas o países que comparten una misma cuenca o acuífero). También a identificar y valorar las múltiples facetas del agua, no sólo como un valor económico, sino además en su dimensión social, religiosa, cultural y ambiental. El conjunto de desafíos deberá estar acompañado por una responsabilidad colectiva y una administración responsable del agua para asegurar un desarrollo sostenible.

EL AGUA ES VIDA!!

Para otros usos de este término, véase Agua (desambiguación) y H2O (desambiguación).
Para las propiedades físicas y químicas del agua, véase Molécula de agua.

El agua en la naturaleza se encuentra en sus tres estados: líquido fundamentalmente en los océanos, sólido (hielo en los glaciares y casquetes polares así como nieve en las zonas frías) y vapor (invisible) en el aire.

El ciclo hidrológico: el agua circula constantemente por el planeta en un ciclo continuo de evaporación, transpiración, precipitaciones, y desplazamiento hacia el mar.

El agua es un elemento esencial para mantener nuestras vidas. El acceso a un agua potable segura nos garantiza inmunidad frente a las enfermedades. Necesidades vitales humanas como el abastecimiento de alimentos dependen de ella. Los recursos energéticos y las actividades industriales que necesitamos también dependen del agua.[1]
El agua (del latín aqua) es una sustancia cuya molécula está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O). Es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida. En su uso más común, con agua nos referimos a la sustancia en su estado líquido, pero la misma puede hallarse en forma sólida (hielo), y en forma gaseosa que llamamos vapor. El agua cubre el 71% de la superficie terrestre.[2] En nuestro planeta, se localiza principalmente en los océanos donde se concentra el 96,5% del agua total, los glaciares y casquetes polares tiene el 1,74%, los depósitos subterráneos en (acuíferos), los permafrost y los glaciares continentales suponen el 1,72% y el restante 0,04% se reparte en orden decreciente entre lagos, la humedad del suelo, atmósfera, embalses, ríos y seres vivos.[3]
Desde el punto de vista físico, el agua circula constantemente en un ciclo de evaporación o transpiración (evapotranspiración), precipitación, y desplazamiento hacia el mar. Los vientos transportan tanto vapor de agua como el que se vierte en los mares mediante su curso sobre la tierra, en una cantidad aproximada de 45.000 km³ al año. En tierra firme, la evaporación y transpiración contribuyen con 74.000 km³ anuales a causar precipitaciones de 119.000 km³ al año.[4]
Se estima que aproximadamente el 70% del agua dulce se consume en la agricultura.[5] El agua en la industria absorbe una media del 20% del consumo mundial, empleándose como medio en la refrigeración, el transporte y como disolvente de una gran variedad de sustancias químicas. El consumo doméstico absorbe del orden del 10% restante.[6]
El agua potable es esencial para todas las formas de vida, incluida la humana. El acceso al agua potable se ha incrementado sustancialmente durante las últimas décadas en la práctica totalidad de la superficie terrestre.[7] [8] Sin embargo estudios de la FAO, estiman que uno de cada cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes del 2030; en esos países es urgente un menor gasto de agua en la agricultura modernizando los sistemas de riego.[6]


TIPOS DE AGUA

El agua se puede presentar en tres estados siendo de las pocas sustancias que pueden encontrarse en sus tres estados de forma natural.[9] El agua adopta formas muy distintas sobre la tierra: como vapor de agua, conformando nubes en el aire; como agua marina, eventualmente en forma de icebergs en los océanos; en glaciares y ríos en las montañas, y en los acuíferos subterráneos su forma líquida.
El agua puede disolver muchas sustancias, dándoles diferentes sabores y olores. Como consecuencia de su papel imprescindible para la vida, el ser humano -entre otros muchos animales- ha desarrollado sentidos capaces de evaluar la potabilidad del agua, que evitan el consumo de agua salada o putrefacta. Los humanos también suelen preferir el consumo de agua fría a la que está tibia, puesto que el agua fría es menos propensa a contener microbios. El sabor perceptible en el agua de deshielo y el agua mineral se deriva de los minerales disueltos en ella; de hecho el agua pura es insípida. Para regular el consumo humano, se calcula la pureza del agua en función de la presencia de toxinas, agentes contaminantes y microorganismos. El agua recibe diversos nombres, según su forma y características:[10]

Estas gotas se forman por la elevada tensión superficial del agua.

Copo de nieve visto a través de un microscopio. Está coloreado artificialmente.
Según su estado físico:
Hielo (estado sólido)
Agua (estado líquido)
Vapor (estado gaseoso)
Según su posición en el ciclo del agua:
Hidrometeoro
Precipitación

Precipitación según desplazamiento

Precipitación según estado

precipitación vertical
lluvia
lluvia congelada
llovizna
lluvia helada
nieve
granizo blando
gránulos de nieve
perdigones de hielo
aguanieve
pedrisco
cristal de hielo
precipitación horizontal (asentada)
rocío
escarcha
congelación atmosférica
hielo glaseado

precipitación líquida
lluvia
lluvia helada
llovizna
llovizna helada
rocío
precipitación sólida
nevasca
granizo blando
gránulos de nieve
perdigones de hielo
lluvia helada
granizo
prismas de hielo
escarcha
congelación atmosférica
hielo glaseado
aguanieve
precipitación mixta
con temperaturas cercanas a los 0 °C
partículas en suspensión
nubes
niebla
bruma
partículas en ascenso (impulsadas por el viento)
ventisca
nieve revuelta
según su circunstancia
agua subterránea
agua de deshielo
agua meteórica
agua inherente – la que forma parte de una roca
agua fósil
agua dulce
agua superficial
agua mineral – rica en minerales
Agua salobre ligeramente salada
agua muerta – extraño fenómeno que ocurre cuando una masa de agua dulce o ligeramente salada circula sobre una masa de agua más salada, mezclándose ligeramente. Son peligrosas para la navegación.
agua de mar
salmuera - de elevado contenido en sales, especialmente cloruro de sodio.
según sus usos
agua entubada
agua embotellada
agua potable – la apropiada para el consumo humano, contiene un valor equilibrado de minerales que no son dañinos para la salud.
agua purificada – corregida en laboratorio o enriquecida con algún agente – Son aguas que han sido tratadas para usos específicos en la ciencia o la ingeniería. Lo habitual son tres tipos:
agua destilada
agua de doble destilación
agua desionizada
atendiendo a otras propiedades
agua blanda – pobre en minerales
agua dura – de origen subterráneo, contiene un elevado valor mineral
agua de cristalización — es la que se encuentra dentro de las redes cristalinas.
hidratos — agua impregnada en otras sustancias químicas
agua pesada – es un agua elaborada con átomos pesados de hidrógeno-deuterio. En estado natural, forma parte del agua normal en una concentración muy reducida. Se ha utilizado para la construcción de dispositivos nucleares, como reactores.
agua de tritio
agua negra
aguas grises
agua disfórica
según la microbiología
agua potable
agua residual
agua lluvia o agua de superficie
El agua es también protagonista de numerosos ritos religiosos. Se sabe de infinidad de ceremonias ligadas al agua. El cristianismo, por ejemplo, ha atribuido tradicionalmente ciertas características al agua bendita. Existen también otros tipos de agua que después de cierto proceso adquieren supuestas propiedades, como el agua vitalizada.